jueves, 4 de noviembre de 2010

Sri Sri Siksastakam



El Señor Caitanya Mahaprabhu dio a sus discípulos la instrucción de que escribiesen libros sobre la ciencia de Krishna, tarea que Sus seguidores han continuado hasta la actualidad. Las elaboraciones y explicaciones de la filosofía enseñada por el Señor Caitanya son, de hecho, las más exactas, voluminosas y consistentes debido al sistema de sucesión discipular. Aunque en Su juventud la erudición del Señor Caitanya fue ampliamente reconocida, sólo nos legó ocho versos, conocidos con el nombre de Sikastaka. Estos ocho versos revelan claramente Su misión y enseñanzas. Aquí traducimos estas oraciones, cuyo valor es supremo.

48-Panca-Tattva

(1)
ceto-darpana-marjanam bhava-maha-davagni-nirvapanam
sreyah-kairava-candrika-vitaranam vidya-vadhu-jivanam
anandambudhi-vardhanam prati-padam purnamrtasvadanam
sarvatma-snapanam param vijayate sri-krsna-sankirtanam


Gloria al sri-krsna-sankirtana, que limpia el corazón de todo el polvo acumulado durante años y extingue el fuego de la vida condicionada de repetidos nacimientos y muertes. Este movimiento de sankirtana es la bendición principal para la humanidad en general, pues difunde los rayos de la luna de bendición. Es la vida de todo conocimiento trascendental. Aumenta el océano de bienaventuranza trascendental, y nos capacita para saborear plenamente el néctar por el cual estamos siempre ansiosos.

(2)
namnam akari bahudha nija-sarva-saktis
tatrarpita niyamitah smarane na kalah
etadrsi tava krpa bhagavan mamapi
durdaivam idrsam ihajani nanuragah


¡Oh, mi Señor!, sólo Tu santo nombre puede ofrecer toda bendición a los seres vivientes, y es así como tienes cientos y millones de nombres, como Krishna y Govinda. Tú has investido estos santos nombres con todas Tus energías trascendentales. ¡Oh, mi Señor! Sólo por bondad nos permites acercarnos fácilmente a Ti por medio de Tus santos nombres, pero soy tan desafortunado que no siento atracción por ellos.

(3)
trnad api sunicena
taror api sahisnuna
amanina manadena
kirtaniyah sada harih


Uno debe cantar el santo nombre del Señor en un estado mental humilde, considerándose más bajo que la paja tirada por la calle; uno debe ser más tolerante que un árbol, libre de todo sentido de prestigio falso, y estar dispuesto a ofrecer todo respeto a los demás. En tal estado mental se puede cantar el santo nombre del Señor constantemente.

(4)
na dhanam na janam na sundarim
kavitam va jagad-isa kamaye
mama janmani janmanisvare
bhavatad bhaktir ahaituki tvayi

¡Oh, Señor todopoderoso!, no deseo acumular riquezas, ni deseo mujeres bellas, ni quiero ninguna cantidad de seguidores. Lo único que quiero es Tu servicio devocional sin causa, nacimiento tras nacimiento.

(5)
ayi nanda-tanuja kinkaram
patitam mam visame bhavambudhau
krpaya tava pada-pankaja-
sthita-dhuli-sadrsam vicintaya


¡Oh, hijo de Maharaja Nanda [Krishna]!, yo soy Tu siervo eterno, y aun así, de una u otra forma, he caído en el océano de nacimiento y muerte. Por favor, sácame de este océano de muerte y sitúame como uno de los átomos a Tus pies de loto.

(6)
nayanam galad-asru-dharaya
vadanam gadgada-ruddhaya gira
pulakair nicitam vapuh kada
tava nama-grahane bhavisyati


¡Oh, mi Señor! ¿Cuando decorarán mis ojos lágrimas de amor que fluyan constantemente cuando cante Tu santo nombre? ¿Cuándo se me ahogará la voz, y cuándo se erizaran los vellos de mi cuerpo al recitar Tu nombre?

(7)
yugayitam nimesena
caksusa pravrsayitam
sunyayitam jagat sarvam
govinda-virahena me


¡Oh, Govinda!, sintiendo Tu separación, considero un momento como doce años o más. Las lágrimas fluyen de mis ojos como torrentes de lluvia, y en Tu ausencia todo en el mundo me parece vacío.

(8)
aslisya va pada-ratam pinastu mam
adarsanan marma-hatam karotu va
yatha tatha va vidadhatu lampato
mat-prana-nathas tu sa eva naparah


No reconozco a nadie más que a Krishna como mi Señor, y Él seguirá siéndolo aunque me trate rudamente con Su abrazo o me rompa el corazón por no estar presente ante mí. Él es completamente libre de hacer todo lo que quiera, pues Él es siempre mi Señor adorable, sin ninguna condición.

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