miércoles, 6 de octubre de 2010

"Disolviendo el ego falso" por Su Divina Gracia Srila Bhakti Raksaka Sridhara Deva Gosvami Maharaja



"...Entonces llegará el día en que nuestro sentimiento egoísta se desvanecerá y de nuestro interior surgirá, despertándose, nuestro yo real, un miembro del mundo infinito, y nos encontraremos en medio de las dulces ondas de ese medio ambiente. Allí, todo es dulce, la brisa es dulce, el agua es dulce, los árboles son dulces; todo lo que encontramos es dulce, dulce, dulce.

El ego interno es nuestro enemigo y para disolverlo hemos de cumplir con nuestro deber del modo que juzguemos más conveniente, pero sin esperar jamás una reacción que corresponda a lo que deseamos. Si adoptamos esta actitud, en muy poco tiempo, nos daremos cuenta que el ego falso, que siempre esperaba algo torcido para sus propósitos egoístas, se ha desvane­cido; el extenso y amplio ego interior ha surgido y estamos en armonía con todo el universo. El mundo armonioso se revelará y la capa de deseos egoís­tas desaparecerá.


La causa de nuestro mal no está afuera, sino dentro de nosotros. Un alma del más elevado nivel, considera que todo está bien y no encuentra nada de qué quejarse. Cuando alguien puede per­cibir que todo es extremadamente dulce y placentero, comienza a vivir en el plano de la Divinidad. Nuestro ego falso produce sólo disturbios y ha de ser disuelto. No deberíamos pensar que el medio ambiente es nuestro enemigo, debemos esforzarnos por detectar la gracia divina en todo lo que viene a nosotros, incluso si se presenta como un enemigo aparente. Todo es la miseri­cordia del Señor, pero no podemos verla, más bien vemos lo opuesto; tene­mos tierra en los ojos.


En realidad todo es divino; todo es la gracia del Señor; la enfermedad está en nuestros ojos. Estamos enfermos y si nos curamos, nos daremos cuenta que estamos en un mundo magnánimo. Sólo las capas del deseo nos enga­ñan, impidiéndonos apreciar la realidad del mundo. Un estudiante genuino de la escuela de la verdad adoptará esa actitud hacia el medio ambiente y hacia el Señor.

Debemos tener en cuenta que la voluntad de Dios está en todas par­tes, ni siquiera una brizna de hierba puede moverse sin la sanción de la Autoridad Suprema. Él percibe y controla todos los detalles. Tenemos que contemplar el medio ambiente con optimismo; el pesimismo está dentro de nosotros: Nuestro ego es responsable de todo tipo de males.

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