sábado, 18 de septiembre de 2010
Radha y las Gopis Bailan para Krsna.
Sri Radha bromea con Sus amigas confidenciales después de abandonar el kunja donde victoriosamente derrotó a Krsna en el reino de Cupido.
Aquí, Tulasi apacigua la abrasante condición de Krsna. Después de contarle a Sri Radha acerca de los intensos sentimientos de separación que embargan a Krsnacuando Ella se ausenta, Tulasi va a buscar a Krsna y le conduce hasta el kunja para que lleven a cabo nuevos pasatiempos divinos.
Tulasi le hace sentar en el trono al lado de Sri Radha y todas las otras gopis les rodean. A petición de Sri Radha, ellas comienzan a cantar y a bailar para el placer de ambos. ¡La Divina Pareja refulge brillantemente en Su belleza sin par!
Se les compara con un oscuro árbol tamala abrazado estrechamente por una enredadera dorada; con un relámpago que destella entre frescas y cargadas nubes oscuras de monzón; con el encuentro de un loto con la refulgente luna llena.
Esta escena tan maravillosa subyuga la mente de Tulasi. Sri Radha pide entonces a las gopis un nuevo pasatiempo de música y danza para el placer de Krsna, porque Ella es la esencia del Hladini-sakti que hace a Krsna plenamente feliz
Sri Radha es la personificación de esa potencia que inspira el amor y todas las gopis son Sus expansiones.
A la más leve señal de Sri Radha, se da inicio a una danza sumamente asombrosa en torno al nikunja.
Las gopis, quienes son extensiones de los sentimientos de amor de Premamayi Sri Radha, danzan expertamente para la suprema satisfacción de Radhay Krsna. Krsna, el joven pastor de vacas, toca Su flauta Murali con el acompañamiento de vina, al compás de los encantadores sonidos de las ajorcas, los brazaletes y las campanillas en los fajines de las gopis.
En este grandioso concierto de música y danza, Sri Radha de súbito recuerda que ha olvidado SuSi Sus amigas gopis notan que no lleva Su fajín, ciertamente harán bromas al respecto. Desde Su trono, Sri Radha le insinúa a Tulasi-manjari que vaya por Su cinturón de campanillas y Se lo devuelva antes que nadie note su ausencia.
Entonces Tulasi-manjari, con el pretexto de ir a recoger flores para el presente festival, regresa al kunja para buscar el fajín de su Svamini. Captando el deseo de su Señora, Sri Rupa-manjari otorga pródigas bendiciones a Tulasi.
Quizás para responder al comentario que TulasI hiciera en el primer verso, Rupa le dice entonces jocosamente: “¡Oh Rati-manjari! Ciertamente eres bendita entre todas las doncellas gopis. Sri Radha te ha enviado a un lugar tan solitario para recuperar Su cinturón de campanillas.
Sólo tú eres capaz de hacer un servicio tan íntimo, porque en esa área de Govardhana siempre hay muchos jóvenes pastores apacentando Sus vacas”. Tulasi- manjari encuentra el fajín de campanillas y rápidamente se lo lleva a Sri Radha. Entretanto, la danza ha llegado a su fin y las manjari-gopis se dedican a refrescar a las bailarinas.
A la primera oportunidad y sin que nadie la vea, Tulasi coloca el fajín alrededor de la cintura de su Svamina Sri Radha, proporcionándole un gozo inmenso a Su corazón. De esta manera, Tulasi-manjari recibió la gracia especial de Sri Rupa-manjari, su eterna guru y guía.
Srila Raghunatha Dasa Gosvami continúa: “Me rindo completamente a mi maestro espiritual, Yadunandana Acarya, quien es muy poderoso y muy querido para el Señor. El personalmente me ha otorgado la dulzura de su gracia, concediéndome esta singular oportunidad de servicio”.
praïayî, Su fajín de campanillas favorito, en el último nikunja donde quedó inmersa en los pasatiempos de amor con Krsna, el cual tuvo que abandonar presurosa antes que llegaran Sus amigas.
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